El lema del Día Mundial del Agua elegido por la Organización de Naciones Unidas (ONU) de este año es “Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?“.
En los países desarrollados se dispone de una gestión y tratamiento de las aguas residuales de calidad. Pero en el planeta más de 663 millones de personas viven sin un suministro de agua segura cerca de su casa, de manera que pasan mucho tiempo en busca de fuentes, corriendo en muchas ocasiones riesgos para su vida, y con acceso a un agua en malas condiciones que afecta a su salud.
A nivel mundial, más del 80% de las aguas residuales no son tratadas y acaban en los entornos naturales provocando impactos para el medio ambiente y la salud. Y, además, unos 1.800 millones de personas consumen agua potable contaminada que les pone en riesgo de contraer diversas enfermedades que provocan alrededor de 842.000 muertes cada año. –